Historia

HISTORIA DE LA COMPAÑÍA

LOS PATRIOTAS ITALIANOS EN VALPARAÍSO

Hasta 1861 la península itálica estaba dividida en varios reinos y ducados, varios de ellos influenciados por Austria, España y otros reinos, siendo los más importantes Cerdeña, Lombardía, Veneto, Florencia, Sicilia, Estados Pontificios, Casa Real de Saboya y los pequeños ducados de Parma y Módena. Además del territorio, estos reinos eran muy similares en cultura compartiendo principalmente el idioma. A inicios del siglo XIX se forman las bases de lo que sería el movimiento de unificación italiano el cual, con grandes personajes de la historia, buscarían unificar todos estos reinos en un solo país: Italia.

En el año 1821 comienza la primera guerra de unificación italiana, enfrentándose estos reinos entre sí y a la vez contra otras potencias europeas que se oponían a perder sus influencias políticas y económicas sobre los pequeños reinos de la península. Esta primera guerra trajo consigo que muchas personas decidieran deponer las armas para huir y proteger a sus familias, como así también esparcir en otros lugares del mundo la causa de la unificación. De esta manera viajaron decenas de inmigrantes principalmente de las ciudades de Génova y Florencia quienes llegaban al país por su principal ingreso portuario, la ciudad de Valparaíso.

El censo de 1854 da cuenta de 200 inmigrantes de habla italiana en Valparaíso, en su mayoría exsoldados Bersaglieri, patriotas italianos que desde estas lejanas tierras soñaban con una Italia unificada y soberana. En uno de sus tantos pasos por América, el General Giuseppe Garibaldi recaló en tres oportunidades en Valparaíso, siendo una de las más recordadas en 1851, ocasión en la cual fue recibido por Pietro Sepp, un joven y entusiasta patriota italiano avecindado en Valparaíso que, años más adelante, se convertiría en el primer Director de la Sexta Compañía de Bombas.

Con la finalidad de hacer notar la causa italiana, el cónsul de Piamonte y Cerdeña don Pietro Alessandri entrega a la ciudad el primer Teatro de la Victoria en el año 1844. Más adelante Pietro Sepp, Vincenzo Olivieri y Pietro Alessandri fundaron la Beneficenza Italiana en 1856, destinada a crear una red de apoyo a todos los italianos en su búsqueda de trabajo y vivienda a la vez de conservar sus raíces culturales, la cual resurgiera años más adelante como la M.S Unione Italiana. Pero la idea de crear una institución italiana de ayuda transversal a toda la ciudad crece con fuerza. En marzo de 1857 se reunen Pietro Sepp, Emilio Longhi y Agostino Solari llegando a la conclusión que la mejor manera de llevar a cabo la idea era a través de una compañía de bomberos, tan necesaria en una ciudad constantemente afectada por violentos incendios. En junio del mismo año comienza la primera inscripción de los futuros socios fundadores, llegando a un total de 68 firmantes, presentando la solicitud el 20 de octubre de 1857, fecha en que se sentaron las bases de lo que sería el orgullo de toda la colectividad. En reunión con el Directorio General de la entonces Asociación Contra Incendios de Valparaíso, el Superintendente Juan Antonio Vives acepta la propuesta de los italianos para formar una nueva compañía de bomberos la cual llevaría el número 6 de bombas como distintivo, designando una comisión encargada de la organización de la compañía integrada por Emilio Longhi, Giuseppe Rondanelli, Agostino Solari, Enrico Vigo y Pietro Sepp, conocida como la "Pentarchia Organizzatrice".

VALPARAÍSO A MEDIADOS DEL SIGLO XIX

La ciudad de Valparaíso se imponía a nivel mundial como uno de los puertos más importantes a pesar de su difícil geografía, se trabajó durante años para ganar terreno al mar y poder expandir la ciudad. Hacia 1850, la ciudad partía desde los almacenes fiscales y la explanada del puerto (hoy Plaza Aduana) dando inicio a las calles del Arsenal (Bustamante) y de Cochrane, llegando a la Plaza Municipal (Echaurren), Calle de la Planchada (Serrano), Plaza de la Intendencia (Sotomayor), Calle de la Aduana (Prat), Calle del Cabo (Esmeralda), Quebrada de Elías (Cumming), Plaza del Orden (Anibal Pinto), Calle de San Juan de Dios (Condell), Plaza de la Victoria, en donde comenzaba el Barrio del Almendral, sector de la clase alta porteña donde la mayoría de las grandes familias de la aristocracia tenían sus casonas en las Calles de la Victoria (Pedro Montt y Victoria), Maipú (continuación de Pedro Montt), Independencia, Calle del Hospital (Avda. Colón), Calle de Yungay y Calle de Chacabuco, Jardín de Abadie (Parque Italia), Callejón Vizcaya (Carrera), Estero de la Aguada (Las Heras), Rodriguez, Cuartel (Freire), estero y caleta de Jaime (Avda. Francia), El Olivar (Simón Bolívar), Estero de La Merced (Avda. Uruguay), Calle del Peligro (12 de febrero), terminando con el Estero de las Delicias (Avda. Argentina) y el Camino Plano que conducía a la Hacienda de las 7 Hermanas y a la Hacienda Viña del Mar. Las estrechas calles antes mencionadas, el fuerte viento característico de nuestra ciudad y el material de las casas y edificios contribuían a que cuando el fuego se desataba, arrasara con manzanas completas sin que nadie pudiera detenerlo.

Hacia 1835, el Intendente de Valparaíso, Sr. Diego Portales a través del Gobernador José Matías López, creó el Cuerpo de Milicianos, dependientes de la Guardia Nacional que más tarde en 1840 pasara a llamarse Brigada de Infantería Cívica de Bomberos de Valparaíso, institución remunerada e integrada por artesanos, carpinteros y jornaleros del puerto. Además, la Bolsa de Comercio adquirió 1 bomba a palancas grande y 2 bombas chicas dejandolas a cargo de esta Brigada de Bomberos que contaba con dos cuarteles, uno en el edificio de la Bolsa de Comercio ubicado en Calle de la Aduana (Prat) detrás del resguardo de la Aduana, y otro en la Plazuela de San Agustín (Plaza de Justicia).

Lamentablemente el descuido de los miembros de la Brigada de Bomberos con su material lo deterioró a tal punto de dejarlo inoperativo, a pesar de los esfuerzos de su jefe el Sr. Juan Agustín Vives Galeas.

La ciudad se encontraba prácticamente desprotegida ante la eventualidad de algún incendio, los cuales eran atacados por los mismos vecinos, quienes con sus pocas herramientas y mínimos conocimientos lograban controlar incendios de pequeña magnitud, antes de la demorosa respuesta de la Brigada de Bomberos. Así llegó la madrugada del 15 de Diciembre de 1850, el fuego se inició en el segundo piso de la cigarrería de doña Carmen Olivo en la calle de la Aduana (Prat) esquina calle Cruz de Reyes (Almte. Gómez Carreño), propagándose rápidamente por ambos lados afectando también a la calle de Cochrane y calle del Cabo (Esmeralda) hasta la casa del cónsul francés. Este incendio 36 familias damnificadas, miles de pesos en pérdidas además de 3 calles casi totalmente destruidas. El Mercurio de Valparaíso, al día siguiente, publica una completísima entrega informativa de cómo se vivió esa noche y en los días posteriores incitó a los vecinos a organizarse y crear una institución que prevaleciera en el tiempo para atacar los incendios.

El 19 de diciembre de 1850, distinguidos vecinos de Valparaíso, muchos de ellos afectados por el incendio, se reunieron con el Intendente subrogante Santiago Melo llegando a la conclusión que la mejor manera de formar una institución que defendiera a la ciudad del fuego era a través de una "Asociación de Bomberos Voluntarios", designandose en su organización a los señores José Cerveró, José Tomás Ramos, Guillermo Müller, Juan Brown, Martín Stevenson y Nicolás Gatica.

Después de varios meses de organización, finalmente la institución bomberil originalmente llamada Asociación Contra Incendios de Valparaíso es fundada el 30 de junio de 1851, siendo el primer Cuerpo de Bomberos de la joven república organizada en cuatro compañías, la 1a Cía de Bombas, integrada mayoritariamente por inmigrantes británicos, la 2a Cia. de Bombas integrada mayoritariamente por inmigrantes prusianos y bávaros, la 1a Cia. de Hachas, Ganchos y Escaleras y la Guardia de Propiedad, integrada por inmigrantes ingleses, norteamericanos, franceses y prusianos.

Esta fue la primera institución bomberil de Chile, la que fue imitada en 1856 por Ancud y todo el país años después como en el caso de Santiago en 1863.

FUNDACIÓN DE LA SEXTA COMPAÑÍA DE BOMBAS

En 1857, la Asociación Contra Incendios de Valparaíso, tenía 6 años al servicio de la comunidad, con 5 compañías de bombas y 2 de hachas, ganchos y escaleras de las cuales cinco pertenecían a distintas colectividades de inmigrantes de Inglaterra, Prusia, España y Francia, las que eran el orgullo su colonia respectiva. Por tal motivo, Pietro Sepp comenzó a gestar entre sus pares la iniciativa de crear una nueva compañía de bomberos, mediante la cual se defendería la comunidad porteña del enemigo común, el fuego, y de esta manera agradecer la hospitalidad con que fueron recibidos, haciendo notar la presencia italiana y la causa patriota de la unificación.

El 20 de Octubre de 1857, se reunió cerca de medio centenar de piamonteses principalmente de Génova y florentinos, se reunieron con el Directorio General de la Asociación Contra Incendios con su propuesta de formar una nueva compañía de bomberos para la ciudad, la cual fue aceptada otorgándoles como distintivo el número 6 de bombas y quedaban autorizados para reunir los fondos necesarios para adquirir un carro bomba y buscar un local como cuartel.

Manos a la obra, los patriotas italianos se dieron a la tarea de efectuar una gran colecta pública para poder comprar su bomba la cual finalmente fue encargada a la fábrica Hunemman & Co. de Estados Unidos, como también acordaron usar sus uniformes de Bersaglieri como uniforme de la Compañía. Así también lograron atraer más socios, llegando a un total de 66 inscritos.

Con sus primeras organizaciones ya avanzadas, los italianos inscritos fueron citados el día sábado 23 de enero de 1858 para proceder con la fundación de la “Institución Italiana Contra Incendios” la Sexta Compañía de Bombas.

En esta primera sesión de Compañía se procede a la elección de la primera oficialidad, quedando compuesta con los siguientes voluntarios:

  • Director Pietro Sepp a la unanimidad
  • Capitán Giuseppe Rondanelli con 36 votos a favor y cuatro contrarios.
  • Secretario-Tesorero Pietro Billa a la unanimidad.
  • Teniente Primero Agostino Solari con 22 votos.
  • Teniente Segundo Antonio Costa con 29 votos
  • Teniente Tercero Antonio Solari con 19 votos
  • Teniente Cuarto Giuseppe Portaluppi con 26 votos
  • Ayudante Enrico Vigo a la unanimidad.

Posteriormente la asamblea decide bautizar la futura bomba a palancas encargada a EEUU con el nombre de “Cristóbal Colón” en reconocimiento y homenaje al insigne navegante genovés descubridor de las Américas, que con su vida y obra demuestra el espíritu y sentido de todos los miembros de la compañía, además de reunir la simpatía tanto de italianos como de chilenos por ser un personaje que unió para siempre dos culturas.

Para cerrar la sesión, toma la palabra el ahora Director Pietro Sepp quien agradece a todos los presentes por su esfuerzo en el trabajo logrado y haciéndoles recordar que como italianos deben hacer honor a la Patria lejana, dejando instaurada la Compañía entre aclamaciones de ¡Viva Chile! ¡Viva la Sexta Compañía de Bomberos! se cierra la sesión a las 22:30hrs.

Si bien la “Institución Italiana Contra Incendios” queda fundada ese 23 de enero de 1858, el primer reglamento es aprobado el 28 de junio  el cual estuvo a cargo de Emilio Longhi, Giovanni Battista Debarbieri y Giuseppe Rondanelli, asesorados por Giuseppe Curletti, abogado y exfuncionario policial de Génova. Así mismo el primer cuartel estuvo ubicado al final del estrecho Pasaje Lira detrás de la Iglesia San Agustín o Parroquia Espíritu Santo, a pasos de la Plaza de la Victoria.

Poco a poco, la compañía comenzaba a conformarse, se compraron cascos, uniformes de incendio, herramientas y principalmente capacitación, esta a cargo de la 3a Compañía de Bombas "Cousiño" que poseía un carro a palancas de similares características al encargado a EEUU para la Sesta, mientras que en el manejo de las escalas, se efectuaron varios ejercicios doctrinales con otra recién fundada unidad, la 3a Cia. de Hachas, Ganchos y Escaleras, hoy 9a Cía. Zapadores Freire.

Mientras llegaba la bomba, la compañía desempeñó funciones de Guardia de Propiedad, respondiendo así a su primer incendio el 2 de marzo de 1858 en la Calle de la Aduana con Pasaje 1 (Almte. Señoret). Un violento incendio afectó un edificio de viviendas ubicado detrás de la Bolsa de Comercio y vecino al Banco de Valparaíso.

La primera demostración pública de la Sesta fue en el ejercicio general del 20 de junio de 1858 donde se presentó junto a las demás compañías de bombas demostrando su disciplina, gallardía y coraje ante casi 5000 porteños espectadores que aplaudieron el orgulloso paso de la compañía italiana de bomberos en el desfile frente a las autoridades de la ciudad y la institución con su estandarte tricolor hermosamente bordado en oro con el nombre de “Cristóbal Colón”.

Pasaron algunos meses para que se produjera el verdadero “bautizo de fuego” de la compañía en la trágica jornada del 13 de noviembre de 1858 cuando un voraz incendio iniciado en el Club La Unión se propagara sin control por toda la Plaza del Orden (Aníbal Pinto), calle del Cabo (Esmeralda) y calle de San Juan de Dios (Condell) afectando inclusive el cuartel de la 5ª Compañía de Bombas y la imprenta de El Mercurio que entre las llamas de los edificios aledaños, peligrosamente imprimió su última edición de aquel día entregando un impresionante relato del incendio en el cual perdiera la vida el primer mártir de la institución y de los bomberos en Chile, el Teniente 3° Eduardo Farley de la 1ª Cía. de Hachas, Ganchos y Escaleras al caer desde el techo de la mueblería “Americana” falleciendo dos días después, el 15 de noviembre producto de las graves heridas. Sin duda este incendio marcaría para siempre el estilo de trabajo de la Sesta en donde a pesar de la magnitud del peligro y del fuego amenazante los italianos nunca demostraron temor y mantuvieron su aguerrido trabajo evitando que nuevas propiedades se vieran consumidas por las llamas.

LOS PRIMEROS AÑOS DE LA SESTA

Transcurridos los primeros años, la Sesta se consolida entre las demás compañías de la institución por su disciplina y trabajo en el servicio además del entusiasta patriotismo celebrando cada victoria de la unificación italiana la cual se sella el 17 de marzo de 1861 cuando en Turín es proclamado oficialmente el Reino de Italia asumiendo Vittorio Emanuele II como rey soberano de Italia “por gracia de Dios y voluntad de la nación”. El centro de la celebración fue el cuartel de la Sexta Compañía de Bombas en donde entre lágrimas de alegría pronunciaron sentidos discursos los ahora con todo derecho italianos.

En el año 1863, con motivo de las celebraciones fiestas patrias, llega a la Asociación Contra Incendios de Valparaíso una invitación para que una delegación de compañías participen de la parada militar a efectuarse en el Parque Cousiño (O´Higgins) de la capital. Si bien, la invitación no fue muy bien aceptada por todos en Valparaíso, el Directorio General accedió designando algunas compañías para que concurrieran al desfile, entre ellas la Sesta, ocasión propicia para hacer notar la causa patriótica y que el gobierno de Chile reconociera formalmente el nuevo estado italiano. Con gran expectación, la delegación de bomberos, compuesta por la 1a Cía. de Hachas, Ganchos y Escaleras, la 3a Cía. de Bombas "Cousiño" y la 6a Cía. de Bombas "Cristóbal Colón", embarcaron un tren especialmente acondicionado para transportar a los bomberos y el material rodante a Santiago en donde fueron recibidos como verdaderos héroes por miles de personas que, con sana envidia, veían este ejército de voluntarios que resguardaban la seguridad del puerto más importante de Sudamérica. Con imponentes chorros de agua deslumbraron a la sociedad santiaguina en distintos ejercicios demostrativos efectuados en la Alameda frente a las máximas autoridades de la capital y del país, quedando asombrados por su organización, disciplina y alto rendimiento demostrado.

Finalmente, para el desfile del 19 de septiembre, las compañías se encontraban correctamente uniformadas y formadas en el parque con sus estandartes al viento a excepción de la Sexta Compañía de Bombas que enfundó el estandarte tricolor en una vaina de cuero negra para pasar frente a las autoridades en señal de protesta. En el regreso a Valparaíso, las compañías fueron recibidas por autoridades y porteños orgullosos de sus bomberos quienes sembraron en Santiago las bases para una futura organización de bomberos la cual, lamentablemente no alcanzo a ver la luz antes que la tragedia enlutara a la capital cuando el 8 de diciembre de 1863 un gigantesco incendio en la Iglesia de la Compañía dejara miles de muertos al interior del templo, lo que provocó días más tarde la fundación definitiva del Cuerpo de Bomberos de Santiago.

En tanto, meses más adelante, mediante cartas formales entre el Presidente de la República de Chile José Pérez Moscayano y el Rey de Italia Vittorio Emanuele II, se reconoce formalmente la patria italiana por el estado chileno.

A contar del 1 de enero de 1866, con la finalidad de promover la identidad italiana, los libros de cuartel y asambleas se comienzan a escribir en idioma italiano, situación que se mantuvo hasta que, por disposición de la Comandancia en 1910, el libro de cuartel debe escribirse en español y a contar del 1 de enero de 1950 todos los libros de las compañías, ya sean de cuartel o actas de asamblea deben escribirse en idioma español. Asi mismo, en 1874 por iniciativa del Director Agostino Solari se cambia el nombre de “Cristóbal Colón” por “Cristoforo Colombo” resaltando la identidad italiana de la Compañía, conservandose hasta hoy.

La Sesta es protagonista y promueve todas las actividades que lleven el nombre de Italia en Valparaíso. El 23 de septiembre de 1877 la Intendencia de Valparaíso inaugura el monumento de la colectividad italiana a Cristoforo Colombo, convirtiéndose en el segundo  monumento dedicado al descubridor más antiguo del mundo, solamente antecedido por el que se encuentra ubicado en la ciudad de Sevilla en España. A petición especial del intendente, el voluntario Benedicto Falcone pronunció un hermoso discurso en italiano.  A contar de ese mismo año, la Sesta todos los 12 de octubre conmemora la travesía del almirante genovés con una romería al monumento al son de aires marciales recordando al patrono de la compañía.

El 2 de junio de 1882, mientras la compañía se preparaba para celebrar el “giorno del statuto” fallece el General Giuseppe Garibaldi en la Isla Caprera. De inmediato el cuartel es enlutado y toda la colectividad efectúa una emotiva velada fúnebre con la Sesta como anfitriona en el Teatro Nacional y posteriormente un desfile de honor con el viejo estandarte tricolor enlutado cerrando la ceremonia con una misa en la Iglesia Espíritu Santo donde se entonó la Plegaria a Moisés. Esta actividad no solo fue seguida por la compañía y la colectividad, sino que también por cientos de porteños simpatizantes que acompañaron a los italianos en su homenaje al artífice de la unificación italiana.

Asi como la compañía italiana rendia homenaje a los grandes hitos de la tierra natal, también participaba de los actos de homenaje a los héroes chilenos. El 21 de mayo de 1888 la Sesta junto al resto del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso participaba del acto con que fueron recibidos los restos mortales de los héroes de Iquique Capitán Arturo Prat, Teniente Ignacio Serrano y el Sargento Aldea, escoltándolos desde la Iglesia Espíritu Santo hasta el monumento cripta en la Plaza Sotomayor.

Durante ese mismo año se instaló el primer teléfono directo con una Oficina Central de Teléfonos, un modesto sistema de alarma que dejaba atrás las antiguas campanas que estaban instaladas en diversos puntos de Valparaíso. Además de este teléfono, también se instaló un timbre eléctrico en el cuartel de la Calle de la Victoria (Pedro Montt).

LA ÉPOCA DE ORO DE LA SESTA

Dentro de la compañía es comúnmente denominada la “época de oro de la Sesta” el periodo comprendido entre 1911 a 1960 aproximadamente debido al buen posicionamiento que se encontraba tanto en el Cuerpo de Bomberos como en la colectividad italiana y la comunidad. Para situarnos en el contexto histórico de este periodo, la Sesta ya contaba con su cuartel propio reconocido a nivel nacional como el cuartel de bomberos más hermosos de Chile. Contaba con la primera bomba automóvil llegada a Chile y se había convertido en el centro de la colectividad italiana. Varios de sus miembros habían participado en la fundación de otras compañías italianas, como en Talcahuano (1901) y Santiago (1914). Las oficialidades tanto administrativas como operativas se distinguían por su buen manejo en sus respectivas áreas estrechando lazos con el gobierno de Italia lo que valió importantes reconocimientos de parte del Rey Vittorio Emanuele III y el Jefe de Estado Benito Mussolini, otorgando a la Sesta la medalla de plata al valor civil el 23 de enero de 1933 con motivo del 75 aniversario de fundación.

En este periodo la compañía recibió uno de los obsequios más recordados en la historia de la compañía, la “pompa de Fioppano”, un vehículo Alfa Romeo convertido en carro portamangueras el cual fue bautizado con el nombre de Giuseppe Malfatti en homenaje al 2° Comandante fallecido en un accidente automovilístico en 1932.

El 10 de mayo de 1922 visita Valparaíso el General Enrico Caviglia, gran vencedor de Veneto en la primera guerra mundial. Dentro de las actividades protocolares de la visita se cuenta una recepción en el restaurante Lucien, la inauguración de la sala “Dante” de la Biblioteca Santiago Severin, visita al Colegio Salesiano y al cuartel de la Sesta. Finalmente se efectúa un concierto en el Parque Municipal en donde el alcalde de la ciudad don Carlos Rodriguez bautiza este lugar como Parque Italia. En 1924 se desarrollan similares actividades con la visita del Príncipe Umberto de Saboya quien en visita al cuartel de la Sesta, pasando revista a los disciplinados voluntarios italianos. En 1936 la colectividad italiana, con la Sesta encabezando la actividad, se entrega a la ciudad la “Loba Capitolina” ubicada en el Parque Italia.

Con ocasión del centenario de la Sesta, se recepciona una especial carta de saludos del Papa Pío XI y el gobierno italiano a través del embajador condecora al Director Juan Milesi y el Capitán Alberto Pollastri con la medalla Stella Della Solidarietà. Entre las actividades de centenario se cuenta la recepción y bautizo de un moderno carro bomba marca Fiat – Bergoni que prestó servicios durante 10 años junto al carro bomba Mack de 1951 el cual marcó varias generaciones de bomberos sestinos.

LA SESTA ACTUAL

El paso de los años trajo consigo nuevos desafíos a la Sesta. El crecimiento de la población obligo al Cuerpo de Bomberos a especializarse en distintas áreas especialmente los incendios forestales que afectaban las partes altas de la ciudad. Al inicio de los años 80 la institución otorga a la compañía un carro bomba forestal, especialidad en la cual la Sesta se capacitó y perfeccionó haciéndose parte hasta hoy del Grupo Forestal del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso estando presente en cuanta tragedia a afectado nuestra ciudad, la región e inclusive otros lugares del país.

Así mismo, a contar del año 2005, por disposición de la Comandancia, la compañía apoya labores de rescate vehicular al ser despachada nuestra unidad convencional en prevención a este tipo de incidentes lo que conllevó a que nuestro personal se capacitara en maniobras de inmovilización y traslado de pacientes como también contar con equipamiento básico para atender emergencias en apoyo a las compañías del Grupo de Rescate. Recientemente, en diciembre de 2020 la compañía aumentó su capacidad de respuesta operativa habilitando a personal para emergencias con fuga de gases combustibles.

Hoy, conscientes del enorme legado de nuestros fundadores y antecesores, la Sesta se proyecta al futuro como una compañía multipropósito con personal siempre dispuesto a socorrer a la comunidad que lo requiera, siendo la única compañía de colonia en Valparaíso que aún mantiene su tradición de contar solo con descendientes italianos en sus filas lo que valió el nombramiento de Patrimonio Inmaterial de Valparaíso, otorgado el 23 de enero de 2008 con motivo de la conmemoración de los 150 años de trayectoria institucional.