111 aniversario del terremoto de 1906
El 16 de agosto de 1906 un gran desastre conmueve al mundo entero, un horrible terremoto golpea la Perla del Pacífico.
Despúes de las 7 de la tarde un extraño color rojizo, como preámbulo de la catástrofe, se asomaba en el cielo porteño.
A las 19:55hrs, mientras muchas familias cenaban en sus hogares, un fuerte ruido subterráneo antecedió al más violento terremoto que se recuerde en Valparaíso 8,2 richter con una duración aproximada de 4 minutos. Los techos caían sobre las casas colapsadas, muros quebrados entre una siniestra polvadera y cerca de docientos mil gritos pavorosos de terror se mezclaron en la oscuridad. Pasados un par de minutos, a las 20:06hrs otro fuerte sismo 7,9 richter aumentaba la destrucción y el terror de la población, dejando en el suelo tres cuartas partes de la ciudad, además de provocar inmensos incendios, en un escenario de horror que superaba la destrucción del bombardeo de 1866.
Todos los cuarteles de bomberos resultaron dañados excepto el de la Sesta, ubicado en la esquina de calle de la Victoria (Pedro Montt) con Freire, dentro del Parque Municipal (Parque Italia). Inmediatamente los bomberos sestinos comenzaron a reunirse en la caserma y ayudaban a los voluntarios de la 3ª Cía. a sacar sus bombas de su cuartel seriamente dañado por el terremoto. Una vez con las bombas a vapor en la calle, 3ª y 6ª fueron las dos primeras compañías que con una fortaleza increíble ante el desastre, salieron a socorrer a la población entre escombros humeantes y gritos desgarradores, hecho que marcó el inicio de una gran amistad entre ambas unidades que se mantiene hasta el día de hoy.
Mientras cientos de porteños salían de sus hogares destruidos a reunirse en la Gran Avenida (Brasil) y la Plaza de la Victoria, algunos sestinos abrían su cuartel para recibir a las personas que heridas o sin hogar buscaban refugio entre las fuertes replicas del terremoto.
Una vez reorganizadas las compañías del Cuerpo de Bomberos, la Sesta al mando del Capitano Giocondo Favero se dirigió a intentar controlar los vorazes incendios que afectaban varias cuadras de la calle de Maipú (Pedro Montt) entre el Estero Jaime (Av. Francia) y la Avenida de las Delicias (Av. Argentina), junto a la 3ª y 9ª Cía.
El cónsul del Reino de Italia formó un cuerpo cívico con varios miembros de la colectividad italiana que se llamo Croce Rossa Italiana (Cruz Roja Italiana) que levantó su tienda en la Plaza Sotomayor para recibir y atender a los cientos de heridos y desvalidos. Este cuerpo cívico fue provisto de armas y municiones por el Intendente de Valparaíso, el Almirante Luis Gomez Carreño para evitar y defender a la población y los pocos hogares y negocios que habían quedado en pie, de los saqueos que se estaban produciendo.
El 20 de agosto llegó a bordo del vapor "Rancagua" una delegación de la 4ª Cía. Pompa Umberto I de Talcahuano con su bomba al mando de su Capitano Luigi Macera y 14 bomberos, quienes trabajaron junto a la Sesta en el incendio que destruyó el Gran Hotel ubicado en la calle Esmeralda.
El extenuante trabajo de los bomberos italianos de Valparaíso continuaron por muchos días despúes hasta que se retornó a la calma y tranquilidad de los ciudadanos.
El temporal de lluvia que afectó el 24 de agosto ayudó a los bomberos a controlar los últimos focos de incendio que aún afectaban algunos puntos de la ciudad.
La Sesta ha escrito en agosto de 1906 una de las paginas más brillantes de su historia, llena de generosidad, sacrificio, abnegación y heroísmo.
En una entrevista que el Presidente de la República Pedro Montt concedió al diario El Mercurio en visita al lugar del desastre agradece el arrojo y valor de los italianos en ayuda del pueblo chileno.
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