CATÁSTROFES HISTÓRICAS
Incendio del Club La Unión
13 de Noviembre de 1858 · El primer año de la Sesta se reconoció por los grandes incendios que afectaron a distintas casas y negocios de la ciudad. En efecto, la compañía acudió a todos estos incendios como “guardia de propiedad” porque no es sino hasta octubre que llega la bomba a palancas encargada a EEUU. Entre enero y noviembre de 1858 se cuentan doce partes de violentos incendios, dejando un gran número de víctimas y daños materiales, pero ninguno como el ocurrido el 13 de noviembre, el bautizo de fuego de la Sesta y la recién llegada bomba a palancas “Cristóbal Colon”.
A las diez de la mañana una enorme llamarada salió desde el Club La Unión propagándose rápidamente por los demás edificios de la calle del Cabo (Esmeralda) hasta llegar a la Plaza del Orden (Aníbal Pinto). Entre los esfuerzos desesperados de los bomberos por intentar detener el avance del voraz incendio se ordenó a la 1ª Cía. de Hachas, Ganchos y Escaleras botar las paredes de algunos edificios a modo de cortafuego, maniobra que se efectuó sobre el techo de la mueblería Americana a cargo de su Teniente 3° Eduardo Farley quien en el arduo trabajo cayó al vacío golpeándose la espalda con una gruesa viga del edificio causándole una lesión tan grave que le provocó la muerte dos días después, convirtiéndose en el primer bombero muerto en acto de servicio.
Ante tal calamidad, los marinos de la nave francesa Constantine bajaron su bomba y poniéndose a disposición del Superintendente Juan Agustín Vives trabajaron codo a codo con los bomberos porteños mientras el fuego sin control avanzaba hacia el Almendral rodeando la Plaza del Orden (Aníbal Pinto) donde se habían dejado los muebles y mercaderías salvados de las propiedades destruidas lo cual fue el combustible ideal para incrementar las llamas. El caos reinante era tal que los carros quedaron al lado del sector Puerto sin poder cruzar hacia la plaza para tratar de contener el avance.
Otro intento por contener la propagación fue dinamitar uno de los edificios del lado sur de la plaza, a unos 20 mts de donde actualmente se encuentra el Bar Cinzano, pero la explosión solo hizo saltar cientos de trozos de madera quemándose encima de los enceres rescatados avivando aún más el terrible incendio.
Algunos relatos de la época indican que las llamas rozaron las tumbas del cementerio en el cerro Panteón y que solo la lluvia torrencial que comenzó a caer en la tarde detuvo las llamas y ayudo a que los bomberos pudieran controlar el fuego.
Entre los cientos de damnificados y las millonarias pérdidas se cuentan el cuartel de la 5ª Cía., y la imprenta de El Mercurio en donde peligrosamente se imprimió el periódico que aquel día con un relato estremecedor de lo que veía el periodista y que reproducimos a continuación.
HORRIBLE INCENDIO
A las diez de la mañana principio a quemarse el club La Union, y a la hora q escribimos estas lineas, las once y media, es presa de las llamas la mayor parte de la calle del Cabo, a uno y otro lado.
Los heroicos esfuerzos de los bomberos no han podido contrarrestar la fuerza de las llamas impelidas por el fuerte viento norte que le esta soplando; pero este ha calmado ya bastante, y hai la esperanza de que podra cortarse pronto el progreso del fuego.
Después daremos, si nos es permitido, los detalles de esta terrible catastrofe.
Son las cuatro y media de la tarde y el incendio continua en toda su fuerza, sin que haya poder humano que lo contenga, porque el viento en mui fuerte y los bomberos apenas pueden trabajar.
Por el lado del puerto se consiguió cortarlo en el pasaje Edwards; pero a caminado con tal fuerza y rapidez para el lado del Almendral, que ya avanza por la mitad de la calle San Juan de Dios en una y otra manzana.
La catastrofe es tan grande, que nos es imposible dar detalles. Basta decir que casi todos los edificios de la calle del Cabo, todos los de la Plaza del Orden y la mitad de la calle San Juan de Dios, es un monton de ruinas los unos y una horrorosa hogera los otros.
¡Quiera Dios que la fuerte lluvia que cae en estos momentos, contribuya a cortar el progreso del voraz elemento que en este instante es la ruina de Valparaíso!
El Mercurio de Valparaíso, sábado 13 de Noviembre de 1858
El Bombardeo a Valparaíso
31 de marzo de 1866 · Este episodio de la historia viene de los hechos ocurridos en Perú, cuando en 1862 la escuadra naval española al mando del Almirante Luis Hernández Pinzón, se apoderó de las Islas Chincha, ricas en guano, principal entrada económica del país vecino. En 1864, España rechazó la participación de otros países americanos en el conflicto y llegó al acuerdo de entregar las islas al dominio peruano a cambio de una indemnización. El gobierno chileno por su parte, siempre trato de mantenerse al margen del conflicto para no verse involucrado en una guerra absurda, pero el sentimiento americanista y la acusación española en contra de Chile de una serie de agravios, en su mayoría ficticios, llevo a que el Almirante Manuel Pareja fondeara su escuadra naval en Valparaíso durante Septiembre de 1865 bloqueando el puerto a las naves comerciales. El 25 de Septiembre de 1865 el gobierno de Chile declaro la guerra contra el Reino de España, lo que inicia una desesperada compra de buques militares para engrandecer la flota naval nacional al iniciarse las maniobras militares en conjunto con Perú. Entre estas se encuentra la captura de la goleta Covadonga lo que trajo el suicidio del Almirante Pareja, el que fue sustituido por el almirante Casto Méndez Núñez.
El mencionado oficial español tenía la orden directa desde España de no retirarse de los mares chilenos sin antes conseguir el triunfo por las armas o por la diplomacia, las cuales contemplaban condiciones intolerables para la dignidad nacional:
- Saludo de 21 cañonazos al pabellón español.
- Tres millones de reales de indemnización por haber declarado al carbón contrabando de guerra.
- Envío de un plenipotenciario a Madrid para dar explicaciones.
Una de las ultimas ordenes entregadas a Méndez Núñez fue, si no obtenía de Chile las satisfactorias exigidas, vengara en forma ejemplar la captura de la Covadonga y en seguida abandonara el Pacífico. Finalmente optó por el más rentable y menos odioso castigo, el bombardeo de Lota o Valparaíso, conforme al reglamento español, prefirió Valparaíso que era más espectacular que Lota, como se lo comunicaba a su gobierno, ya que en el puerto habían naves inglesas y alemanas, naciones de las cuales eran los inmigrantes porteños que desde iniciada la guerra se empeñaron por crear sistemas de torpedos y submarinos para atacar la escuadra española. [Seguir leyendo en http://sesta.cl/bombardeo-a-valparaiso/ ]
Incendio en los Almacenes de la Aduana
31 de diciembre de 1868 · La noche del 31 de Diciembre de 1868, a pocas horas del año nuevo, las campanas llamaban a un gran incendio en la calle de Yungay, entre San Ignacio y Morris. Ardían las bodegas de la aduana, y a pesar del cansancio por un incendio ocurrido la noche anterior, la Sesta saco su bomba a palancas hasta el lugar del siniestro, siendo la primera compañía en llegar al incendio donde la falta de agua y el violento incendio no diezmaron el trabajo de los valerosos destinos quienes a pulso construyeron una represa en el Estero de Jaime (Avenida Francia) para poder abastecer la bomba a palancas y continuar la labor de contención del incendio, posteriormente junto a la 4ª Compañía. Solo después de aproximadamente 17 horas de largo trabajo se pudieron extinguir las llamas de los edificios afectados y los destinos regresan a su cuartel victoriosos.
Dos horas después, nuevamente son llamados a uno de los edificios que sufría un fuerte rebrote de las llamas, poniendo nuevamente en peligro las bodegas salvadas momentos antes, volviendo a usar la represa construida sobre el Estero de Jaime, trabajando durante más de cuatro horas para controlar este incendio.
Periódicos y revistas de la época hacen distinguidas menciones al trabajo de la Sesta en este pavoroso incendio.
Incendio en la Cochería y Herrería de Enrique Steinmeyer
16 de febrero de 1876 · Pasada la media noche del 16 de Febrero de 1876, comenzó el incendio en la calle de la Victoria (Pedro Montt) entre El Olivar (Simón Bolívar) y San Ignacio, era la fábrica, herrería y depósito de coches de Enrique Steinmeyer.
La Sesta presurosa con su bomba Cristóbal Colon se dirigió al lugar del siniestro con su dotación de 12 bomberos, trabajando por el sector de la calle de la Victoria junto con las compañías de hachas, ganchos y escaleras. Finalmente se logró cortar la propagación a otros edificios pero de la cochería no quedo nada en pie pasadas las 6 de la mañana.
Incendio del Teatro de la Victoria
26 de septiembre de 1878 · El Teatro de la Victoria fue obra de Petro Alessandri, entonces cónsul del Reino de Piamonte y Cerdeña en el año 1844 como obsequio a la ciudad de Valparaíso. Estaba ubicado frente a la plaza del mismo nombre al costado norte alado del Palacio del Cabildo, en donde hoy se encuentra la Plaza Simón Bolívar, teniendo a su espalda la playa. Tenía una capacidad de 1500 personas con una hermosa decoración interior que vio nacer la Asociación Contra Incendios de Valparaíso cuando se efectuó la primera reunión general de bomberos el 4 de junio de 1851.
Horas después del ejercicio general del 26 de Septiembre de 1878, a las seis y media de la tarde, la campana de incendio avisaba fuego en el sector de la Plaza de la Victoria. Fuertes lenguas de fuego salían desde el interior del teatro atrayendo a un número indeterminado de espectadores que esta vez veían como los bomberos intentaban salvar el edificio, como si fuera su último espectáculo. La Sesta era la compañía más próxima al lugar y fue la primera en llegar, trabajando en conjunto con la 3ª Compañía de Hachas, Ganchos y Escaleras (9ª Cía.), debió botar la muralla del segundo piso, acción terminada cerca de las 11 de la noche, para evitar la propagación hacia el Palacio del Cabildo. Después de largas horas de esfuerzos, se terminó de trabajar en el totalmente destruido Teatro de la Victoria.
La Municipalidad de Valparaíso, como propietaria del terreno, tenía un plazo de dos años para volver a levantar el teatro, construyendo un hermoso edificio conocido como el segundo Teatro de la Victoria el cual fue completamente destruido en el terremoto de 1906.
La Guerra del Pacifico
Durante toda la campaña militar la compañía prestó servicio como policías, sustituyendo al cuerpo policial que se encontraba en la guerra contra Perú. Los italianos, manteniendo toda neutralidad, efectuaron su labor con disciplina y profesionalismo, rotándose con otras compañías del Cuerpo de Bomberos.
Por segunda vez, los bomberos fueron autorizados a portar armas de fuego para efectuar su servicio, rifles, revólveres y sables para los oficiales, manteniendo una disciplina intachable en todos los servicios.
De igual forma, en algunas ocasiones se desempeñó labores de camilleros, recibiendo a los soldados heridos que llegaban desde el norte al puerto de Valparaíso para trasladarlos al cuartel de la 2ª Cía. en donde sus médicos evaluaban y derivaban a los hospitales.
Incendio de la Casa del Almte. Juan Williams Rebolledo
13 de diciembre de 1880 · Mientras el Almirante Rebolledo se encontraba en el norte durante la Guerra del Pacifico, el 13 de Diciembre de 1880, las campanas llamaron a las compañías a un incendio en la calle Carrera. La Sesta y la 3ª Compañía fueron las primeras en llegar al lugar de la emergencia con sus bombas disponiendo a sus bomberos y el material a trabajar. A causa del fuerte viento, no solo la casa del Almirante resulto totalmente dañada, también el Consulado de Francia y dos negocios de empresarios británicos.
Incendio del Consulado del Reino de Italia
28 de julio de 1881 · El 28 de Julio de 1881, un incendio arrasó con el Consulado del Reino de Italia, emergencia a la cual asistió la Sesta y trabajo arduamente en tratar de salvar del fuego la documentación y parte del edificio que lamentablemente resultó con un gran daño estructural. Por tal motivo, desde el Reino de Italia, a través del consulado se decidió condecorar al Capitán Luigi Sanguinetti con medalla de plata y a los bomberos Ferdinando Raffo, Carlo Liverlara y Ricardo Ginocchio en la sesión solemne del 25° aniversario de Compañía el 23 de Enero de 1883, la cual estuvo amenizada por la Banda Italiana y contó con la presencia del Vicesuperintendente del Cuerpo, el sestino Settimo Rondanelli y el Comandante del navío militar italiano Vittorio Pasini.
Incendio en el Almacén Fiscal
14 de noviembre de 1881 · Los almacenes fiscales se comenzaron a construir a mediados del siglo XIX, con una extensión desde la Batería Esmeralda hasta el Muelle Fiscal. La noche del 14 de Noviembre de 1881 las campanas de incendio sonaban y el farol del cuartel general informaba que el siniestro era en el barrio del Puerto. Uno de los almacenes fiscales ardía en su segundo y tercer piso completamente debido al retraso con que se dio la alarma. La gran cantidad de papel estraza dificulto el trabajo de las compañías que hasta el día siguiente se encontraron trabajando en el lugar con un edificio en pésimas condiciones de estabilidad. No se descartó que el incendio fuera intencional, por algún comerciante en banca rota para cobrar su seguro.
Incendio del Hotel Aubry
6 de marzo de 1882 · El Hotel Aubry fue por muchos años, el hotel más hermoso y confortable de la ciudad, por su excelente ubicación central, en la calle de Prat, como también por su buena atención.
La mañana del 6 de Marzo de 1882, en el sector de la cocina se inició el fuego, dándose la alarma a la cual concurrieron presurosos los sestinos con su bomba a palancas. El edificio de madera se convirtió en una verdadera hoguera, mientras que la estrechez de la calle de Prat dificultaba las maniobras de los bomberos, logrando con esto la destrucción total del hotel.
Afortunadamente no se debió lamentar ninguna pérdida humana de los pasajeros que se encontraban alojados en sus lujosas habitaciones.
La Epidemia del Cólera
1886-1887 · En Octubre de 1886 surge en la ciudad de Buenos Aires un fuerte brote de cólera el cual llega a Chile a través del puerto de Valparaíso durante el mes de enero de 1887 diezmando terriblemente a la población, situación a la que los bomberos porteños y en especial los sestinos corrieron al cuartel a ayudar a la ciudadanía. El benemérito director Agustín Solari entonces creo la Ambulancia Italiana de la Cruz Blanca, a la cual se unieron el farmacéutico Pedro Castagnola, Nicolá Sanguinetti, el doctor José Trucco, Antonio Cambiaso, Pelegrino Cariola, Francisco Capurro, etc.
Tanto la autoridad sanitaria del país y del Reino de Italia manifestaron su agradecimiento y su homenaje a la Compañía y por su parte, el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, elevo a don Agustín Solari como Vicesuperintendente.
Desborde del Tranque Mena
11 de agosto de 1888 · Otra de las tragedias que debió enfrentar la ciudad en donde los bomberos tuvieron una especial participación fue el desborde del tranque Mena a raíz de la ruptura de uno de los muros del tranque, precipitó más de 100.000 m3 sobre la Quebrada de San Juan de Dios, Quebrada de Bellavista (Ecuador) y la calle Condell.
Esta represa estaba construida en los altos del cerro Yungay y San Juan de Dios para el riego de los terrenos agrícolas de don Nicolás Mena. El lamentable hecho ocurrió a eso de las 8 de la mañana durante una torrencial lluvia , la represa cedió en medio de ruidos aterradores y una fuerza incontrolable, el agua corría cerro abajo con todo lo que pilló a su paso, llegando al plan con escombros y lodo, personas, muebles, etc.
Las labores de salvataje fueron especialmente difíciles y peligrosas así como también la búsqueda de cadáveres que se extendió por varios días. La cantidad de agua acumulada en las calles del plan fue tal, que se debieron utilizar botes para poder efectuar las operaciones de recuperación de fallecidos, hasta lograr devolverle la normalidad a una ciudad acostumbrada a las tragedias.
La Revolución de 1891
Uno de los periodos más dolorosos de la historia chilena se vivió entre enero a septiembre de 1891. Una cruenta guerra civil puso al Ejercito contra la Armada, haciendo de la ciudad de Valparaíso y alrededores sus campos de batalla. Solo el heroísmo y el coraje aprendidos en los años de trayectoria de la compañía, hicieron que sus bomberos, manteniéndose neutrales no se involucraran en tan horribles expresiones de odio y sangre.
Los primeros días de enero de 1891 el Presidente de la república José Manuel Balmaceda se enfrenta contra el Congreso Nacional que acusaba al presidente de llevar a cabo procedimientos dictatoriales, logrando el apoyo de la Armada al mando del Almirante Jorge Montt versus el Ejército de Chile que apoyaba al poder ejecutivo del presidente. Si bien fueron meses de fuertes discusiones que llevaban a violentos enfrentamientos, nada se comparó con lo ocurrido en Valparaíso la noche del 19 al 20 de agosto de 1891. A pocos días de atacar Concón, las tropas del Ejército buscaban entrar a Valparaíso para capturar las defensas de la Armada, librándose una de las batallas más sangrientas ocurridas durante este conflicto en Placilla.
Esta dura batalla dio la victoria a una debilitada y cansada Armada, dejando que los desertores y vencidos del Ejercito huyeran hacia la ciudad de Valparaíso, convirtiéndose en un peligroso pillaje de saqueos, asesinatos e incendios.
La turba se tomó la ciudad, saqueando muchos almacenes que en su mayoría estaban en manos de italianos, asesinando a sus dueños que se oponían al saqueo, quemando sus propiedades sin medir el riesgo que exponían a sus familiares y a toda la población. La Sesta salió con la bomba Cristoforo Colombo al incendio en las bodegas de Cariola y Hnos. y la tienda La Joven Porteña, en la calle de Yungay y Avenida 5 de Abril (Brasil). Al llegar la bomba, fue recibida con proyectiles desde la turba, los que fueron dispersados con las armas particulares de los mismos bomberos. Después la bomba se dirigió a otro incendio en la avenida de las Delicias (Argentina) con calle de Talcahuano, en donde se debió defender una serie de antiguos conventillos para que no fueran alcanzados por las llamas. En estos hechos se destaca la participación del Teniente Agostino Rossi y el bombero Miguel Cariola.
En la calle de Tivola (Rawson), ardía la casa del señor Romualdo Carvajal, con el consiguiente saqueo, incendio al cual también acudió la compañía y se logró poner a salvo a la hija del señor Carvajal, quien se encontraba desmayada entremedio del desorden y las llamas en el segundo piso. Por tal abnegación, el señor Carvajal publicó en El Mercurio de Valparaíso, un encomiástico, agradeciendo al personal de la Sesta.
Solamente la ciudad se aquieto cuando la Guardia Urbana, nombre que recibió el Cuerpo de Bomberos durante esos días, tomo el orden de la ciudad mientras regresaban al puerto las tropas vencedoras.
Para ello, se debió fusilar a muchos solados desertores y gente del pueblo sorprendidos haciendo desmanes, saqueos y principiando incendios. La Sesta siempre se mantuvo alerta regido siempre a la tabla de Deberes del Bombero. La noche del 6 de Septiembre, los sestinos pudieron rescatar a otros dos miembros de la Guardia Urbana que eran asaltados por unos cinco soldados prófugos, transformados en unos verdaderos energúmenos. Por tercera y última vez en la historia, los bomberos portaron sables y armas de fuego.
Los apellidos Rossi, Rembadi, Brignardello, Raffo, Troben, Antonacci, Chiartano, Perino y otros, pusieron en evidencia el valor italiano y las virtudes de su estirpe tolerante y fraterna con el chileno que les recibió en sus tierras.
Incendio de la Sociedad Musical Roma
23 de mayo de 1897 · A las 1 y media de la madrugada del 23 de Mayo de 1897 se inició el incendio en el edificio de estilo colonial perteneciente a la Sociedad Musical Roma, ubicado en la calle Condell. Al estar construido de madera, el fuego no demoro en consumirlo por completo y amenazar los edificios contiguos. La estación baja del Ascensor Bellavista también fue afectada por las llamas las que fueron controladas al amanecer, perdiéndose el gran salón donde la colectividad italiana de la época hacia sus reuniones y fiestas.
El gran terremoto de Valparaíso
16 de agosto de 1906 · Un violento terremoto conmueve al mundo entero destruyendo la Perla del Pacifico, el puerto chileno más importante y el segundo más grande de Sudamérica. En medio de los nuevos proyectos de edificaciones por la pronta celebración del centenario de fiestas patrias, un oficial de la Armada, mediante un poco convencional estudio, predijo días antes el terremoto en El Mercurio sin que nadie se tomara en serio la gravedad de sus proyecciones.
La tarde del 16 de agosto, mientras las familias porteñas terminaban de cenar, y otras se preparaban para su descanso nocturno, la tierra comenzó a moverse… un fuerte terremoto remeció a Valparaíso de una duración aproximada de 1 minuto el cual al terminar produjo el pánico de la gente que atino a salir desesperada de sus hogares, lo que fue el peor error ya que a los 30 segundos después se produjo el segundo movimiento mucho más fuerte que el anterior que fue de 8 grados en la escala de Richter y que según relatos de la época, duró casi 4 minutos, dejando a la cuidad prácticamente en el suelo y lo que no alcanzo a caerse se quemó por los grandes incendios que se produjeron, el cielo se puso de un extraño color rojizo mientras los prudentes que no habían salido de sus casas corrían a las plazas buscando refugio antes que murieran aplastados por algún poste o muro por caer. Algunos de los grandes incendios que se produjeron por el gran terremoto fueron el del Palacio Lyon, el Liceo Nº 1 de Hombres, el sector de Quebrada Bellavista y Yerbas Buenas, el Liceo de Mujeres el que estaba en construcción en la Avenida de las Delicias (Argentina), en los cuales bomberos y nuestra compañía trabajo arduamente durante varias horas hasta el día siguiente mientras las réplicas hacían sucumbir los pedazos de muros que quedaron en pie.
Uno de los pocos edificios que no sufrió daños estructurales o por acción del fuego, fue el cuartel de la Sesta, en donde se recibió hospitalariamente a los bomberos de la 3ª Compañía Bomba Cousiño y codo a codo se dispusieron a trabajar en los incendios y apoyo a la policía para poder reestablecer el orden en la población por algunos saqueos que se comenzaron a iniciar en las pocas viviendas que quedaron en pie. Esta situación estrecho los lazos de amistad y apoyo en el trabajo en emergencias entre la 6ª y la 3ª Compañías, fuertes lazos que se mantienen hasta hoy.
El Cónsul del Reino de Italia formo un cuerpo cívico con varios miembros de la colectividad y una Cruz Roja Italiana que levanto su tienda en la Plaza Sotomayor para recibir y atender heridos y desvalidos. Fueron provistos de armas y municiones por la autoridad, el Intendente Almirante Gómez Carreño.
El 20 de Agosto, el Capitán Giocondo Favero junto con otros sestinos fueron al puerto a la espera del vapor Rancagua, en donde llegaron los bomberos de la 4ª Compañía Umberto I de Talcahuano al mando de su Capitán Alfredo Anziani, para apoyar a los hermanos sestinos en tan grande tragedia. Inmediatamente entraron en acción en el incendio del Gran Hotel de la Calle Esmeralda. Desde ya se mostraba la fraternidad de las compañías italianas de otras ciudades del país que como el caso de la Umberto I sin dudarlo se dirigió Valparaíso a ayudar a sus camaradas de la Sesta.
Posteriormente el cuartel de la Sesta se convirtió en un gran alberge para aquellos italianos que lo habían perdido todo, más aun cuando el día 24 de agosto, una fuerte lluvia cae sobre Valparaíso inundando los alberges comunitarios instalados en las plazas.
La Sesta ha escrito en agosto de 1906 una de sus más brillantes páginas de su historia, llena de generosidad, sacrificio, abnegación y heroísmo.
En una entrevista que el Presidente de la República Pedro Montt concede a El Mercurio, después de una visita inspeccionando en terreno la magnitud de la tragedia, el Jefe de Estado reconoce el enorme trabajo desplegado por bomberos, especialmente las compañías de colonia, destacando principalmente la compañía italiana de Valparaíso.
REPÚBLICA DE CHILE
ARMADA NACIONAL
Pronóstico sobre fenómenos atmosféricos:
La sección de Meteorología de la Dirección del Territorio Marítimo ha pronosticado fenómenos atmosféricos y sísmicos para el día 16 del presente mes, basada en las siguientes observaciones:
El día fijado habrá conjunción de Neptuno con la Luna y máximo de declinación norte de ésta.
A causa de estas situaciones de los astros, la circunferencia del círculo peligroso pasa por Valparaíso y el punto crítico formado con la del Sol cae sobre las inmediaciones del puerto.
(Firmado)
Capitán Arturo Middleton
El Mercurio de Valparaíso, 6 de Agosto de 1906
Incendio del Club de Septiembre
27 de agosto de 1910 · Una fuerte explosión remeció la población cerca de las 10 de la noche del 27 de Agosto de 1910, en el sector de la Plaza de la Victoria. En la calle Condell, entre Huito y Molina, se encontraba el Club de Septiembre, propiedad de don Aurelio Ruiz.
Los timbres llamaron al cuartel de la avenida Pedro Montt saliendo la Cristoforo Colombo en dirección a la plaza, pero al llegar, el viejo edificio ya estaba perdido y solo quedaba evitar la propagación hacia la calle Salvador Donoso, operación que resulto exitosa resultando destruido solo el edificio del Club de Septiembre.
Incendio del Pasaje Ross
3 de mayo de 1914 · El día 3 de Mayo de 1914 llegaba a su fin cuando un tambor de bencina exploto en la mercería La Amarilla, ubicada en un gran edificio ubicado entre las calles de Cochrane y Manuel Blanco, con su frontis hacia calle del Clave.
Sonaron los timbres y desde la vieja casona saliendo presurosa la Autopompa Bartolomeo Solari, la que se ubicó en avenida Errázuriz altura Muelle Fiscal. Otras compañías, la 1ª y la 10ª trabajaron por calle de Cochrane, 3ª y 2ª por avenida de Federico Errázuriz esquina calle del Clave, 7ª y 4ª por calle de Manuel Blanco junto con la 5ª frente a su cuartel. La 8ª, 9ª, y 11ª trabajaron en los edificios colindantes. El edificio Astoreca comenzó arder por lo que la Sesta debió armar pitones por dentro de ese edificio y defenderlo de la acción de las llamas.
Numerosas fueron las víctimas fatales aquella trágica noche, junto con valientes actos de heroísmo de bomberos de todas las compañías por intentar salvarlos. Además, se sumó la colaboración de marinos de los buques Almirante Lynch y Almirante Condell.
Al triste amanecer se sumaron las horribles imagines de decenas de muertos mientras los bomberos se retiraban del lugar.
Incendio en el “Estrecho de Magallanes”
6 de marzo de 1916 · El estrecho pasaje que unía la calle Condell con la calle Cumming, frente a la Plaza Aníbal Pinto se le conocía como el Estrecho de Magallanes. En ese sector ahora el edificio Cooperativa Vitalicia que entre sus muchas oficinas se encuentra la Radio Portales. A principios del siglo XX, ese edificio no existía aún y tras él, en la ladera del empinado cerro Panteón, a los pies del Cementerio N° 1, habían un sin fin de modestas viviendas de madera construidas en forma escalonada propiedad de la señora Virginia Valentini de Cavagnaro, las que en la madrugada del 6 de Marzo de 1916 comenzaron arder empujadas por el fuerte viento reinante.
La Sesta rápidamente llego al incendio por la Plaza Aníbal Pinto, junto con otras compañías que no lograron detener las voraces llamas que arrasaron con las casitas trepadoras del cerro.
Se cuenta que hasta hace pocos años atrás aún era posible divisar entre las malezas del cerro algunos cimientos y maderas de las pobres casas arrasadas por las llamas esa noche.
Incendio en Calle de Chacabuco esquina Carrera
17 de febrero de 1936 · La noche del 17 de Febrero de 1936, la Autopompa Guglielmo Oberdan y el autogallo “Giuseppe Malfatti” salían tocando sus campanas a la esquina de Chacabuco y Carrera. Un enorme edificio de tres pisos ardía completamente ayudado con algunos combustibles almacenados en el primer piso. Rápidamente las compañías fueron distribuidas en los diferentes sectores, se alzaron las escalas telescópicas y se armaron líneas desde el edificio de la Iglesia Catedral. Tan solo tres horas duro el violento siniestro que cobro la vida de 35 personas que ya se disponían a descansar pero que encontraron una trágica muerte a pesar de los esfuerzos no solo de bomberos, sino también, de otros vecinos que miraban con impotencia la destrucción de sus bienes y la muerte de sus vecinos y amigos en uno de los incendios más trágicos y recordados en Valparaíso.
Explosión de la Barraca Schultze
1 de enero de 1953 · 31 de Diciembre de 1952, Valparaíso esperaba la media noche para así dar inicio a un nuevo año, todos alegres ya que después de muchos años de crisis económicas, una vez más se estaba volviendo a la tranquilidad, además durante la tarde de aquel último día del año se había inaugurado el nuevo servicio de trasporte público, ya que los viejos tranvías eléctricos habían sido cambiados por los modernos trolebuses.
Por primera vez se realizaría un espectáculo pirotécnico para dar la bienvenida al nuevo año. Durante las celebraciones la Central de Bombas informaba de un incendio en avenida Brasil con calle Freire, ardía la Barraca Schultze tras caer una bengala sobre los castillos de madera. La Central de Bombas en esa época, se encontraba ubicada en los altos de los cuarteles de la 4º, 5º y 9º Cías., por lo cual, la operadora al asomarse por la ventana y al ver la magnitud de la emergencia, lo despacho inmediatamente como incendio declarado a las 02:10 del 1 de enero del 1953. Con rapidez llego la sesta en la bomba “Vincenzo Forno”, junto a las otras 10 compañías del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, a controlar las llamas que consumían la mitad de la cuadra correspondiente a la barraca ya que hacia el otro lado, por calle Blanco, estaba el edificio de la Dirección de Caminos (actual Dirección de Vialidad) el cual era protegido por la 8º y 11º Cía.
Pasados menos de una hora el incendio ya había sido controlado, por lo cual el 2° Comandante Don José Serey ordenó el retiro de las compañías: 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª y 9ª, mientras que las restantes, 6ª, 7ª, 8ª, 10ª y 11ª, quedaran en el lugar apagando los últimos focos del incendio y removiendo escombros para evitar un posible rebrote. Lo que nadie sabía es que en el patio interior del edificio de la dirección de caminos había un polvorín el cual contenían toneladas de dinamita y otros químicos utilizados para las detonaciones necesarias para la construcción de caminos. Solo cuando el riesgo de que el incendio afectara sus instalaciones, el guardia del edificio informó a bomberos del peligro que existía. En momentos en que el 2° Comandante se encontraba en el interior de la barraca siniestrada a las 03:04 una chispa cayó sobre el polvorín produciéndose una gigantesca explosión que ilumino toda la bahía de Valparaíso ensordeciendo a los cientos de mirones que se encontraban en el bandejón central de la avenida Brasil, observando las maniobras de los bomberos. Unas cinco cuadras a la redonda sufrieron la quebrazón de vidrios y como es lógico los cuarteles que estaban en la calle Freire, incluyendo la Central de Bombas, quedaron totalmente destruidos. La operadora al ver la magnitud de la tragedia, volvió a hacer sonar las alarmas de incendio e indicando que todas las compañías debían volver al lugar donde hasta hace poco trabajaban, pero esta vez a rescatar a los bomberos que se encontraban al interior de la misma barraca y por sus costados.
350 personas resultaron heridas de diversas consideraciones, entre bomberos y civiles que miraban con expectación el siniestro y 28 bomberos murieron instantáneamente al interior de la barraca y del edificio de la dirección de caminos, además de un Mayor de Carabineros.
Entre los 28 bomberos fallecidos se encontraban los sestinos Guido Malfatti Paolinelli y Paolo Scorza Roi y el ayudante de cuartelero de nuestra compañía Francisco Cisternas. El gran funeral de estos 28 caídos se realizó el 04 de Enero, encabezado por el Presidente de la República el General Carlos Ibáñez del Campo, quien declaró duelo nacional de 3 días por los mártires, además de la concurrencia de los ministros del interior, de hacienda, justicia, obras públicas y educación.
A medida que transcurrían los días, seguían falleciendo bomberos en el Hospital Carlos Van Buren, debido a sus múltiples y graves heridas, así es como el 15 de enero falleció nuestro Miembro Honorario por Merito de Guerra Umberto Gaggero Capellaro, su funeral se realizó el 16 de enero encabezado por el Intendente Regional.
Finalmente se registraron 36 bomberos muertos producto de la trágica jornada del 1 de enero de 1953, de los cuales 3 pertenecieron a la Sesta.
Incendio en el Cerro Placeres
6 de enero de 1965 · Durante la década de los 60 la población de la ciudad aumento, lo que implico que muchas personas se establecieran en las partes más altas de los cerros porteños incrementándose la imagen de casas colgadas en las quebradas en donde las poblaciones se unían a los frondosos bosques naciendo una nueva amenaza a los incendios forestales, la propagación a sectores poblacionales.
Pasado el mediodía del 6 de Enero de 1965 un incendio forestal en la parte alta del Cerro Placeres llego hasta la Población El Progreso, colindante con estos bosques que ardían sin control gracias al fuerte viento característico de la ciudad. Muchas casas fueron consumidas por las llamas. La Sesta en la bomba Chile salió al lugar junto con las otras compañías, entre ellas el carro portaescalas de la 10ª Compañía que en esa fatal jornada regreso a su cuartel sin varios de los que habían salido a la emergencia, sumándose a la lista de mártires del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso el Teniente 3° Iván Luksic y el Bombero Alejandro Lara, víctimas de terribles quemaduras por el cambio de dirección del fuego a causa del viento situación que se volverá a repetir todos los veranos poniendo en riesgo vidas de cientos de porteños, sus viviendas y los bomberos que se encuentran trabajando en las laderas de las empinadas quebradas.
Incendio en Avenida Uruguay
16 de agosto de 1989 · Pasadas las seis de la tarde del 16 de Agosto de 1989 otro incendio enlutaría al Cuerpo de Bomberos, esta vez a la 5ª Compañía. El American La France de la Sesta salía presuroso del cuartel hacia la avenida Uruguay, donde un restaurante de comida rápida y un supermercado ardían en llamas haciendo trabajar a los bomberos hasta altas horas de la noche. En esas faenas de confinamiento cae desde el techo el Ayudante de la 5ª Cía. Christian Modrow falleciendo en el lugar.
El “Cordón de Fuego”
17 – 18 de febrero de 1994 · Una vez más, el calor del verano y una mano irresponsable llamo el accionar de la Sesta y el resto de las compañías del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso. El 17 de febrero de 1994 a las 3 de la tarde el carro American LaFrance era despachado a Rodelillo donde se inició uno de los incendios forestales más grandes ocurridos en la ciudad llamado “el cordón de fuego” ya que se propagó hacia la ruta 68 por el entonces estrecho Camino La Pólvora hasta llegar a Laguna Verde. Uno de los lugares más difíciles fue en las quebradas, por donde el fuego amenazaba con bajar a los sectores poblacionales como ocurrió en la parte alta de calle Ferrari, entre los cerros Mariposas y Bellavista donde más de 30 casas fueron afectadas por las descontroladas llamas dejando cientos de damnificados y millones en pérdidas.
Mientras el carro American LaFrance (6-1) era redirigido al cerro Mariposas al infierno que ocurría en la calle Ferrari, la Bomba “Enrico 2º Gaggero” (6-2) era despachada al Camino La Pólvora para evitar que el fuego descontrolada bajara por otras quebradas a otros cerros y hacía la población de Laguna Verde.
Estos gigantescos incendios forestales duraban por lo menos unos cuatro a cinco días, por lo que se debía efectuar relevos de personal y estar atentos a cualquier información de cambios de viento de los fuegos encajonados en las quebradas, estos como antesala que lo que más adelante se repetiría año tras año en las temporadas estivales de 1995, 1996 en los sectores altos de Placeres, Rodelillo, San Roque, Mariposas y Cordillera.
El Incendio de Calle Chaparro
23 de enero de 2002 · Mientras se efectuaban los preparativos para celebrar nuestro 144 aniversario, las condiciones climáticas favorables para la generación de incendios forestales mantenía en alerta a toda la región.
Al poco tiempo después que la central despacho a la Bomba “Enrico 2° Gaggero” (U-62) a apoyar en un incendio forestal en Quilpué, otra tragedia se comienza a escribir en el Cerro Cordillera. El fuego partió en la quebrada que separa la calle Chaparro de la Población Juan Montedonico. El fuerte viento lo hizo subir con rapidez hacia las casas mientras los primeros carros llegaban al lugar sin poder hacer otra cosa que cubrirse en sus lugares viendo el fuego pasar por las casas hacia abajo por la calle Chaparro. Al lugar fue despachada la Bomba Francesco Fadda (U-61) la que trabajo hasta pasada la media noche. Al mismo tiempo, las unidades enviadas en apoyo a Quilpué fueron devueltas a Valparaíso ya que otro incendio forestal amenazaba las viviendas de la parte alta de San Roque, el cual logró ser controlado antes que llegara a la población.
La Explosión de Calle Serrano
3 de febrero de 2007 · Durante la última semana de enero del año 2007, varios fueron los despachos de la central de emergencia a la calle Serrano, pleno casco histórico de la ciudad, ya que los vecinos informaban un fuerte olor a gas en la vía pública.
Al amanecer del sábado 3 de Febrero una fuerte explosión, similar a la de 1953, remeció el Barrio Puerto. Una bolsa de gas acumulada en uno de los sótanos de un viejo edificio exploto destruyendo por completo la estructura golpeando de frente a su vecino, el Palacio Subercaseaux. De inmediato la central despacho el incendio declarado saliendo la Bomba “Francesco Fadda” (U-61) que trabajo por la misma calle Serrano durante todo el día entre los postes derrumbados y los escombros del edificio casi totalmente desintegrado por la explosión.
Durante semanas se trabajó en la remoción de escombros para buscar otras posibles víctimas fatales, con la colaboración del Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar, Santiago, entre otros.
Finalmente tres personas resultaron fallecidas y millones de pesos en pérdidas en la calle comercial más antigua de Valparaíso, además de la enorme pérdida patrimonial ocurrida, la cual hasta hoy no ha sido posible recuperar.
Incendio del Cerro La Cruz
16 de enero de 2008 · Sonaba la alarma de incendio el 16 de Enero de 2008. La Bomba “Enrico 2° Gaggero” (U-62) salía presurosa del cuartel hacia el Cerro La Cruz en donde un incendio forestal amenazaba las casas de la parte alta de la calle El Vergel.
Trabajando en conjunto la Sesta con la 4ª Compañía, cambió la dirección del viento siendo alcanzado por las llamas el Bombero Gabriel Lara E. quien falleció días después, el 20 de Enero a raíz de las terribles quemaduras que sufrió intentando salvar las casas que colgaban en la quebrada.
Momentos después, ante la magnitud del incendio, salió la Bomba Francesco Fadda (U-61) con el resto de sestinos que se encontraba en el cuartel. Horas de intenso trabajo para lograr detener el avance del fuego que destruyo cerca de 100 viviendas y dejo 4 víctimas fatales incluyendo al mártir del Cuerpo de Bomberos Gabriel Lara E. de la 4ª Compañía Bomba Almirante Manuel Blanco Encalada.